29/4/09


Los animales fueron imperfectos,
largos de cola, tristes de cabeza.
Poco a poco se fueron componiendo,
haciéndose paisaje, adquiriendo lunares,
gracia, vuelo.
El gato, sólo el gato apareció completo y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato quiere ser sólo gato
y todo gato es gato desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.
No hay unidad como él,
no tienen la luna ni la flor tal contextura:
es una sola cosa como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno firme y sutil
es como la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos dejaron una sola ranura
para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón,
nupcial sultán del cielo de las tejas eróticas,
el viento del amor en la intemperie reclamas
cuando pasas y posas cuatro pies delicados en el suelo,
oliendo,
desconfiando de todo lo terrestre,
porque todo es inmundo
para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente de la casa,
arrogante vestigio de la noche,
perezoso,
gimnástico y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta de las habitaciones,
insignia de un desaparecido terciopelo,
seguramente no hay enigma en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe
y perteneces al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos de gatos, compañeros,
colegas, discípulos o amigos de su gato.
Yo no. Yo no suscribo. Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica, el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.

Acercate a mi, sombra nocturna
despliega tu engreida elegancia
deslízate suave, sigiloso, flotante
déjame tocar tu cuerpo negro
encaja tus garras en mi regazo
no importa si el dolor es punzante
quiero sentir tu lomo ondulante
que reacciona amable ante mis caricias
mis dedos se hunden muy cautelosos,
en tu suave y sedoso pelo eléctrico,
tu fria y penetrante mirada de piedra agata
corta y hiere mis solitarios pensamientos.
No sabes tu oh noble criatura,
como conjuras mis recuerdos de ella
su mirada, profunda y fria como la tuya
que corta y hiende como una daga.
Aroma sutil, peligroso perfume
destilaba su cuerpo por sus relieves
su ondulante figura que reacciona
bala dulce paso de mi deseosa mirada
Estrella fugaz que pasó muy rápido
la noche eterna le hizo morada
se fué sigilosa como tus pasos
sin despedida, sin un reclamo.
Quedate aqui mi amado gato
que tu me recuerdas tanto de ella
mitiga el dolor de su triste ausencia
que su partida dejó, mi alma helada.

Lámete bien la garra oculta en seda
y oreja tras oreja limpia y pule;
tu vanidad con el orgullo emule
por ver qué flanco más lustroso queda.
Verdad grande será que nunca pueda

llamarte amigo; no hay quien disimule
mejor que tú su ser, ni ser simule
tan familiar que todo asombro ceda.
Mas no es tan natural que seas tú mismo

ni que pueda yo verte y conocerte
perfecto ahí como si en un segundo.
Por más que disimules, un abismo

serás como también el yo saberte
conmigo aquí en lo que llamamos mundo.

Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?
¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?
¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible?, ¿Qué terribles pies?
¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron sus mortales terrores dominar?
Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?
Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?

25/4/09


¿Por qué amo tu locura,
tu desparpajo, tu falta
de reloj y tus atajos
cuando estoy prácticamente a punto
de caer de cabeza en el abismo?

O sea en ti. Pero no sólo
eso: hay mucho más de ti que quiero
y no revelo. Esa lámpara
que enciendes en el fondo.




Así se vive cuando tienes un corazón helado.
Como yo: entre sombras, arrastrándose sobre la roca fría,
bajo las copas inmensas de los arces.

El sol apenas me alcanza.
A veces, al comenzar la primavera, lo veo elevarse a lo lejos.
Luego crecen las hojas sobre él, hasta cubrirlo todo.
Siento su brillo entre las hojas, vacilante,
como quien golpea un vaso con una cuchara de metal.

No todos necesitan de la luz
en igual medida. Algunos
creamos nuestra propia luz: una hoja plateada
como un sendero que nadie puede recorrer, un lago de plata
poco profundo bajo la oscuridad de los arces.

Pero esto ya lo sabes.
Tú y aquellos que piensan
que viven por la verdad, y en consecuencia,
aman todo lo que es frío.
...Desciende y cubre;
En alas de la tristeza,
Para perecer...en un absoluto silencio.

Aún mas, no quisiste ver
Mas allá del océano
No muy lejos de ti.

Y tan sólo, lo que pides
Es estar rodeado
De lo que ya no tienes.

Se desvanecen tus vistas
A medio camino
De donde nunca llegarás
Al parecer,
No hay mas derecho a vivir
O así dicen.

Pues, olvidemos ahora todo lo hecho
Solitario ángel
De cielos extraños.

Pon tus alas a merced
Del viento que te trajo a mí,
Sin más penar.

Sin mas esperar
Lo que una vez fue
Lo que una vez existió,
Deseo y desesperanza se ha vuelto.

20/4/09


Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa;
que todo aquello que toco ya lo he tocado;
que soy prisionero de un interés indecente;
que cada convalecencia es una recaída;
que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo;
que también el humorismo forma parte del bloque inamovible;
que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo;
que no intento todavía reconocer quién soy;
que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre;
que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias;
que no saldré nunca de aquí por más que sonría;
que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia enjaulada;
que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola;
que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura;
que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.
Pier Paolo Pasolini

Yo prefiero quedar en la penumbra;
quedarme en el secreto de las cosas.
Me gusta introducirme en las criaturas.
Errar como una idea.
Extraño como el arte.
Anónimo,
incierto
y olvidado.
Naciendo, nuevamente,
en cada día.
Adonis Ali Ahmad Said Esber

Perdido, tiro mi rostro al polvo
y a la mañana,
lo arrojo a la locura.
Mis ojos son de yerba y son de incendio.
Mis ojos son banderas y emigrantes.
Perdido, tiro mi rostro al polvo
y a la mañana.
Nazco al fin del camino. Grito.
Y que griten conmigo el camino y el polvo.
¡Qué hermoso es que mi rostro, oh Dios,
se pierda en mí! ¡Qué hermoso que me pierda
yo, colmado de fuego!
¡Oh tumba! ¡Oh final mío
al comenzar la primavera!
Adonis Ali Ahmad Said Esber


Puedo amar a rubias y a morenas,
a la que finge la abundancia
y a la que esconde la indigencia;
a la que prefiere la soledad,
a la que cree, y a la que duda;
a la que siempre llora con ojos como esponjas,
y a la que es corcho seco y nunca llora.
Puedo amarla a ella, y a ella, y a ti, y a ti;
puedo amar a cualquiera
que no sea verdadera....
John Donne


13/4/09


Me sacudo de horas y lugares; aquietadame hundo, llego al fondo,
bosques líquidos, peces asustados.
Quiero saber qué traigo escrito adentro,
la palabra en la sangre, la condena
taladrada en el hueso,
la implacable
mordedura prendida en la neurona.
Esa caverna que todavía habito
y esos hombres cubiertos de pelambre.
Laberintos, uno dentro del otro,
sin embargo,
en la memoria del latido, algo
salva malezas, libra de la asfixia,
ilumina derrotas y naufragios,
triunfa de todos los goliats
y emerge
desde el candor dormido y balbucea.
Alguien de mí, yo misma, desde el hondo
misterioso subsuelo de mi carne,
me ilumina y me hiere de señales.
Siento un bosque de copas derrumbadas,
una canción distante que evapora,
y un osario de nidos sin amparo.
Una manzana muerta a picotazos,
el redondel quemado a cigarrillo,
un sol sin rostro, solamente rayos,
y niñitos tomados de la mano,
con sus piernas torcidas, con su ombligo
sosteniendo una comba triste en hambre.
Miro en torno, de nuevo estoy ausente,
de nuevo tengo miedo de asustarme,
escribo un corazón en todas partes,
bajo lluvia de azahares, bebo cielo.
Me crecen hijos de todas mis aristas,
en ellos crezco, mientras van sembrando.
Sola en el tiempo, el bosque es tan espeso,
van cayendo mis hojas una a una,
tantos lobos detrás de los crujidos,
mi corteza sangrada en arañazos.
Un cazador acecha… está nevando.
Mi dedo tenso en el gatillo grita
por la boca de un fusil de espanto.
Quiero dormirme, mas llevar conmigo,
lo que tuve y no tengo.
Ser el amor de quienes me quisieron.
Borroneada, tachada, magullada,
toda estallada y mudame refugio,
sumergida en mí misma, toco fondo,
y una página blanca me descifra.

La vida es
una mariposa de abril,
que revolotea feliz en mi jardín.
Fugazmente miro sus colores brillantes al sol.
La vida es una mariposa en mi jardín;
ahora está aquí,
más tarde en otro rosal.
Cuantos quisieran atrapar esta mariposa
y aprisionarla con alfileres
para tenerla cerca,
para tenerla siempre.
Yo me conformo simplemente,
en contemplar
como viene y va.
Algún día se irá
y no retornará.
Ese día ya no será abril;
ya no habrá jardín que cuidar.
Saltando casillas negras
eliminando alfiles, peones, reinas
tu... serás el rey de blancas
yo... solamente el de negras
porque para un jaque mate
no permiten ser doncella
cambiare mi condición de dama...
y, aun más, cambiaré la de reina
para jugar la partida
solo, eso... si tu aceptas,
y, en este jaque mate
sucumbiré, aunque no muera,
mis peones no son nada
comparados con mi reina...
y mi vida... es el rey
el que en este tablero juega
y no pienso terminar
el camino que ahora empieza,
tu... dices que ya esta andado
y mi rey a andar empieza...
mueve tu ahora la ficha...
muévela... mi rey no juega.

9/4/09

Estamos tan heridos
que creemos morir
cuando la calle nos lanza una mala palabra.
La calle no lo sabe,
pero no soporta semejante carga;
no está acostumbrada a soportar un Vesubio de dolores
sobre ella.
Han sido devastados los recuerdos de los tiempos antiguos,
desde entonces la luz es artificial
y los ángeles ya sólo juegan con pájaros y flores
o sonríen en el sueño de un niño.


Nelly Sachs

" La libertad existe tan sólo en la tierra de los sueños. "

Johann Christoph Friedrich Von Schiller

" Todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres. "

Mahatma Ghandi

4/4/09


...Y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen , incluso, palabrasde amor.
Pero se aman de dos en dos para odiar de milen mil.
Y guardan toneladas de asco por cada milímetro de dicha.
Y parecen -nada más que parecen- felices,
y hablan con el fin de ocultar esa amargura inevitable,
y cuántas veces no lo consiguen,
como no puedo yo ocultarla por más tiempo;
Esta desesperante,
estéril,
larga,
ciega desolación
por cualquier cosa que -hacia donde no sé-, lenta, me arrastra.
¿Cómo seré ocuando no sea yo?
Cuando el tiempo haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos
y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,mis sucesivos cuerpos
-prolongándome vivo hacia la muerte-
se pasarán de mano en manode corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso que determina mi tristeza cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.

Y los ojos-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.